20 de septiembre de 2009

21 de septiembre - Día Internacional contra los Monocultivos de Árboles



Foto 1 (Verano 2008): Resultado de la tala indiscriminada de plantaciones pertenecientes a la empresa Forestal Mininco S.A. en la comuna de Los Sauces. Este panorama, se debe a las inadecuadas planificaciones forestales que llevan a cabo diversas empresas, contratistas y subcontratistas, que no han considerado hasta el momento, los impactos que tienen sus actividades económicas sobre el  agua ni sobre la cultura de vida de las familias campesinas o Mapuche que habitan en el sector.


Reproducimos un Llamamiento Internacional para detener la expansión de los Monocultivos de Árboles:

En el año 2004, organizaciones que luchan contra la expansión de plantaciones de árboles a gran escala declararon al 21 de setiembre como el Día Internacional Contra los Monocultivos de Árboles. Desde entonces, organizaciones de todo el mundo llevan a cabo acciones en esta fecha para generar conciencia sobre el tema. Este año, un grupo de personas de varias organizaciones emitieron una declaración internacional en la que hacen un llamamiento para detener la expansión de tales plantaciones. La declaración ha sido firmada por 8.429 personas de 85 países.

Dado que estas plantaciones están siendo promovidas bajo el disfraz de “bosques”, la declaración resume los principales motivos de preocupación: “Las comunidades locales son desplazadas para dar lugar a interminables filas de árboles idénticos – eucalipto, pino, palma aceitera, caucho, jatrofa y otras especies – que desplazan de la zona a casi toda otra forma de vida..”

El desplazamiento de la gente y de la naturaleza resulta en una amplia gama de impactos sociales y ambientales: “La tierra cultivable, crucial para la soberanía alimentaria de las comunidades locales, es convertida en monocultivos de árboles que producen materias primas para exportación. Los recursos hídricos son contaminados y agotados por las plantaciones, al tiempo que los suelos se degradan”.

Las comunidades locales sufren distintos tipos de violaciones a sus derechos humanos, que “van desde la pérdida de los medios de vida y el desplazamiento hasta la represión e incluso casos de tortura y muerte. Si bien las comunidades sufren en su conjunto, las plantaciones tienen impactos diferenciados de género, siendo las mujeres las más afectadas”.

A pesar de toda la evidencia documentada sobre los impactos de las plantaciones, las mismas continúan siendo promovidas por una coalición de actores gubernamentales, intergubernamentales y empresariales, con el objetivo apropiarse de la tierra de la gente “para que empresas de celulosa y papel, madera, caucho, palma aceitera” puedan continuar posibilitando “el sobre-consumo despilfarrador de los productos de estas plantaciones por parte de las naciones del próspero Norte”.

La declaración destaca que la oposición está creciendo y que “en país tras país, la gente se levanta para oponerse a la expansión de las plantaciones de árboles y un movimiento mundial ha crecido a lo largo de los años, unificando las numerosas luchas locales y ayudando a hacerse oír a quienes sufren por causa de las plantaciones”. Como consecuencia, “el mensaje es fuerte y claro: Las plantaciones no son bosques: ¡detengan la expansión de los monocultivos de árboles!

El texto completo de la declaración (incluyendo signatarios) está disponible en:

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